Esta fue una de las primeras imágenes que recuerdo que me indignó. Tenía 10 años, pero ya empezaba a darme cuenta de las injusticias que azotaban al mundo. Luego tuve el privilegio de vivir en El Salvador y conocer gente maravillosa que nunca ha dejado de trabajar por la justicia, y aprender, aprender mucho de ellos. Hoy su trabajo, incansable, da uno de sus frutos. Sabemos desde un principio que no se llegará hasta el final, pero hasta donde se llegue ya será mucho. Será un símbolo. Abrazos inmensos llenos de solidaridad para toda la gente a la que quiero en El Salvador, y para todos los que aman la justicia.
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1 comentario:
me alegra encontrarte por aquí de nuevo :) Un millon de abrazos.
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