sábado, 10 de enero de 2009

¡seamos antinaturales!


Si en algún condicionamiento biológico propicia comportamientos racistas, entonces habrá que luchar contra los genes.


Ayer aparecía en El País un artículo que relataba cómo el racismo tiene una base biológica, comparándolo con un mecanismo de defensa incrustado en los genes, que funcionaría más como una fobia que como un prejuicio violento y consciente. Por supuesto que yo no tengo argumentos que desde las ciencias naturales desacrediten esta postura, pero la ética y el humanismo me dicen otra cosa.


Pero sobre todo quiero resaltar que el artículo apenas incide, salvo por algunas frases, en que este mecanismo se puede corregir, y en los tiempos que estamos creo que mostrar esa posibilidad es lo más adecuado. Porque si no es regalarle argumentos simplones y superficiales (ya que así los interpretarán) a los racistas, que los contemplarán, no como argumentos científicos, sino como algo normal en las especies en compretencia, tal y como dicen los darwinistas sociales


De todas maneras aquí os dejo el artículopara que reflexionemos.




¿Qué pasa con los mestizos?

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